Está acción quizás no se entienda dentro de unos años por eso quizás hay que ponerla en contexto. Macron va a Rusia para que no haya guerra en Ucrania e intentar convencer a Putin que no la invada. Al francés le piden que se haga un Test para ver si tiene civid, a lo que se niega para que no le cojan el ADN los rusos, o eso se argumentó. El resultado es que la reunión tiene lugar pero en una mesa muy larga para que no haya posibilidad de contagio.
Ante esta situación Ikea hace un visual con la llamada mesa Putin, muy larga y estrecha como la de la reunión de los dos mandatarios. IKEA aprovecha un acontecimiento mundial para por medio del humor y la creatividad sacar notoriedad. Lo que demuestra que de todo se puede sacar una buena publicidad. Hay que estar atentos y curiosos.

